viernes, 5 de noviembre de 2010

Arte

La llegada a ese museo del que tanto te han hablado o una visita turística a unas ruinas produce en ti unas ganas de descubrir un nuevo mundo, tanto lo real como lo abstracto. ¿Cres que un invidente no lo siente, verdad? no es así, lo único que necesita de tu ayuda para que se lo expliques, relates y le ayudes a fantasear.
Los museos que permiten tocar esculturas abren ese campo de posibilidades. Así los ciegos pueden hacerse una idea clara de la realidad.
Por lo tanto no te extrañe que un ciego te toque es su forma de conocerte fisicamente



2 comentarios:

  1. Me parece muy bien que tanto las personas invidentes como con cualquier otra discapacidad puedan disfrutar del arte como cualquiera de nosotros.

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  2. La foto me parece perfecta, ya que refleja en la forma de aprender de los ciegos

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